lunes, 13 de abril de 2009

No todo es Photoshop


NO TODO ES PHOTOSHOP

La fotografía digital ha supuesto una nueva revolución en el mundo de la fotografía de aficionados (y por supuesto en el mundo profesional, pero limito el ámbito de este comentario al mundo aficionado). Hasta tal punto que el binomio ‘apretar el botón como sea y después ya lo arreglaré en Photoshop’ (por poner el ejemplo de programa de edición más popular) parece que es una fórmula infalible.
Me he parado a escuchar comentarios de fotógrafos aficionados con alguna experiencia y a otros que se inician en este mundo atraídos por la aparente facilidad con se consiguen hermosas imágenes sin mucho esfuerzo, y creo entresacar entre ese murmullo de voces que lo único importante es saber manejar el programa estrella: Photoshop.
En casi ninguna conversación he oído hablar de la toma. Para que una fotografía se convierta en una imagen aceptable es necesario antes de nada saber como y porque hacerla. En la fase de la toma fotográfica no hace falta ningún programa mágico, solo hace falta observación de la escena y capacidad de síntesis para que ese instante de tiempo que se captura al apretar el disparador, transmita al observador el mismo sentimiento que produjo al fotógrafo cuando lo hizo.
La toma, la composición y el encuadre, la observación de las luces y de las sombras, la acción de la escena, la originalidad, la síntesis y la capacidad creativa son todos elementos necesarios para conseguir una buena fotografía. De estos alguno puede ser suplido por Photoshop, pero una mala combinación de ellos no podrá ser suplida por el programa.

El objeto de este comentario no es una crítica del programa en si mismo, sino al endiosamiento que de el se ha hecho en ámbitos en los que deberían primar los valores estéticos y creativos, concretamente en el fotográfico.
Photoshop es un gran programa de edición de imágenes, su potencial es increíble y conocer bien esta vasta caja de herramientas incrementa el potencial creativo de los artistas gráficos facilitando y acrecentando la creatividad. Desde el punto de vista fotográfico es una herramienta extraordinaria para el procesado de imágenes, permitiendo trasladar fácilmente las técnicas del cuarto oscuro tradicional, con todas sus variantes, a un entorno de trabajo más cómodo.
Photoshop es una enorme caja de herramientas, y su buen uso está únicamente limitado a conocer el funcionamiento de cada una de ellas o de las que se consideren necesarias para un trabajo determinado. El estudio del programa con un buen libro y práctica puede ser suficiente para utilizarlo de un modo satisfactorio. Con eso tendremos las herramientas en nuestras manos, pero falta ahora el elemento al que aplicarlas, ese elemento es en nuestro caso una fotografía.
La fotografía se obtiene en el acto fotográfico  la cual es anterior y no necesita Photoshop para existir, pero si necesita de un fotógrafo.


Tomás M. Bogónez



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